A raíz de los sucesos del 22-M, se hace necesaria una visión global -irónica también- del asunto.
Centenares de miles de personas se manifiestan contra una situación violentamente impuesta por un Gobierno -paro, desolación, angustia- que achaca una crisis de dimensiones mundiales a un partido de un color diferente para alzarse con el poder. Y que se ofrece como el gran prestidigitador que sacará al país de la crisis.
Pero su primera medida es culpar de la crisis mundial -provocada, por cierto, por los bancos, los ricos y sus privilegios- al Gobierno anterior que, del mismo modo que éste, se puso de rodillas ante el privilegio de los ricos.
De esos centenares de miles de pesonas que se manifiestan pacíficamente, aparecen 400 energúmenos que atacan con total brutalidad a una Policía a la que el Gobierno le ha dado orden de no defenderse por el "qué dirán". La Policía nunca, en democracia, está al dictado de ningún Gobierno, del signo que sea, sino que está al servicio del "ciudadano".
Precisamente al servicio de aquellos ciudadanos que en el 22-M se estaban manifestando. Pero como este país funciona así, a base de partidos mayoritarios y mayorías absolutas, la policía, como los jueces, los fiscales, las instituciones públicas, los medios de comunicación y todo lo que se mueva, la Policía "debe estar al servicio del Gobierno". Los mandos son políticos, las decisiones son políticas y la explicación mediática es política.
Extinguido el Cuarto Poder, es decir, el Periodismo Independiente, resulta tan simplemente fácil poner una y otra vez las mismas imágenes, repetidas hasta la saciedad, de policías heridos, que todo llega a una reflexión: "Si repites una mentira mil veces, se convierte en verdad"
Y no digo que los ataques de los salvajes ataques de los violentos sean mentira. Lo que digo es que la manipulación de las imágenes televisivas engañan y ofenden. Recuerdo otro famoso "bucle" ("bucle" es cuando unas mismas imágenes se repiten una y otra vez sin solución de continuidad, mientras tertulianos de uno y otro orden expresan sus opiniones) el 11-S.
Mientras se reproducían una y otra vez las imágenes de segundo avión contra la Segunda Torre del World Trace Center, aparecía en bucle las imágenes de palestinos celebrando con sus banderas los antentados...
Centenares de miles de personas se manifiestan contra una situación violentamente impuesta por un Gobierno -paro, desolación, angustia- que achaca una crisis de dimensiones mundiales a un partido de un color diferente para alzarse con el poder. Y que se ofrece como el gran prestidigitador que sacará al país de la crisis.
Pero su primera medida es culpar de la crisis mundial -provocada, por cierto, por los bancos, los ricos y sus privilegios- al Gobierno anterior que, del mismo modo que éste, se puso de rodillas ante el privilegio de los ricos.
De esos centenares de miles de pesonas que se manifiestan pacíficamente, aparecen 400 energúmenos que atacan con total brutalidad a una Policía a la que el Gobierno le ha dado orden de no defenderse por el "qué dirán". La Policía nunca, en democracia, está al dictado de ningún Gobierno, del signo que sea, sino que está al servicio del "ciudadano".
Precisamente al servicio de aquellos ciudadanos que en el 22-M se estaban manifestando. Pero como este país funciona así, a base de partidos mayoritarios y mayorías absolutas, la policía, como los jueces, los fiscales, las instituciones públicas, los medios de comunicación y todo lo que se mueva, la Policía "debe estar al servicio del Gobierno". Los mandos son políticos, las decisiones son políticas y la explicación mediática es política.
Extinguido el Cuarto Poder, es decir, el Periodismo Independiente, resulta tan simplemente fácil poner una y otra vez las mismas imágenes, repetidas hasta la saciedad, de policías heridos, que todo llega a una reflexión: "Si repites una mentira mil veces, se convierte en verdad"
Y no digo que los ataques de los salvajes ataques de los violentos sean mentira. Lo que digo es que la manipulación de las imágenes televisivas engañan y ofenden. Recuerdo otro famoso "bucle" ("bucle" es cuando unas mismas imágenes se repiten una y otra vez sin solución de continuidad, mientras tertulianos de uno y otro orden expresan sus opiniones) el 11-S.
Mientras se reproducían una y otra vez las imágenes de segundo avión contra la Segunda Torre del World Trace Center, aparecía en bucle las imágenes de palestinos celebrando con sus banderas los antentados...
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